Vinculados eternamente a las reparadoras vacaciones y los días de relax junto al mar, los bañadores de hombre han ido evolucionando con el paso del tiempo hasta convertirse en una prenda práctica y estilosa a partes iguales. Después de pasar por fases excesivamente cortas o largas que no terminaron de cuajar, el bañador masculino ha encontrado su forma definitiva en un favorecedor término medio, el cual se puede decir que no es ni demasiado corto ni demasiado largo. La apuesta segura es el bañador bermuda, que llega hasta medio muslo o justo por encima de la rodilla. El corte de una prenda es fundamental para garantizar la elegancia, y los bañadores no son una excepción.Y si los diseños han experimentado un cambio radical desde su origen, pasando de cubrir todo el cuerpo a las minúsculas versiones de los años setenta, los tejidos empleados en su confección no le van a la zaga. Actualmente, la humedad solo se limita al agua gracias a los bañadores de secado rápido, los cuales permiten que la prenda recupere su estado inicial en un visto y no visto para una practicidad sin igual. En los modelos premium de bañador tampoco pueden faltar los útiles bolsillos laterales o la cintura elástica con un cordón duradero para un ajuste óptimo todo el día y un año tras otro. Otro detalle característico de los bañadores para hombre es la malla interior, que actúa a modo de slip y cuyo tacto y rapidez de secado deben estar a la altura del resto del tejido.Cuando llega el momento de adquirir un nuevo bañador, es habitual que se dude entre los bañadores lisos y los estampados. Pero lo cierto es que ninguna de las dos opciones es mejor que la otra, sino que ambas pueden encontrar su ocasión durante los meses cálidos. Aunque los bañadores lisos para hombre poseen una elegancia y versatilidad fruto de su simplicidad, razón por la que nunca pasan de moda, sería un error pasar por alto el estiloso efecto que puede aportar un modelo más vistoso. Massimo Dutti incluye en su colección bañadores estampados para hombre que ofrecen un equilibrio ideal entre diversión y elegancia. El secreto está en sus motivos atemporales, como las rayas o las hojas, y en el empleo de una paleta de colores sin estridencias para que el resultado acapare todas las miradas solo por las razones correctas.No importa si es liso o estampado, un bañador cómodo y estiloso debe poder llevarse durante todo el día. Cuando no se está dentro del agua, forman un buen equipo con una camisa ligera blanca o en algún otro tono suave. Las sandalias y las alpargatas también están en perfecta sintonía con esta prenda y qué decir de los accesorios para protegerse de los rayos solares, incluyendo el sombrero panamá y las prácticas gafas de sol. En definitiva, un look de bañador no está reñido con la clase ni la sofisticación si se enfoca de la manera adecuada.